El último demonio
Cuento escrito por Karen Milagros Palacios Lopez
Desperté atado en un silla muy pequeña y de madera. Mire a
mi alrededor y deduje que estaba encerrado en un pequeño cuarto. No se como llegue aquí y
mucho menos quién me había traído. Un ajuste de cuentas me pregunte, pero sabía
que era eso casi imposible ; soy una persona humilde y modesta que podrían quitarme. Pasaron dos horas
creía que me habían dejado encerrado ,
esperando mi lenta muerte, pero no fue así. Escuche las risas de un hombre al
otro lado de la habitación, me asuste, pero eso no fue todo. También, escuchaba
cómo afilaba un hacha y un cuchillo ;
sabía que esa noche alguien moriría ,
ese sería yo.
De pronto se escuchó un trueno a
las afueras del recinto y empezaron a
tocar la puerta de la casa donde me tenían recluido. Lo que contaré fue lo que
realmente me asustó de aquella noche.
Como ya había dicho alguien toco
la puerta de la casa de aquel hombre que me tenía recluido, sin embargo este se
negó a abrir y siguió con su trabajo.
Las tocadas empezaron a hacer más
frecuentes cada segundo hasta que el hombre decidió abrir sus puertas. Se
escuchó unos gritos espantosos , la voz
de aquel hombre se hizo más aguda cada
minuto, lo estaban ahorcando, pero eso
no fue todo. Se empezaron a escuchar golpes y puñetes en la sala , parecía que se
estaba defendiendo de su agresor. El miedo se comenzó a apoderar las manos me
sudaban y mi cuerpo temblaba ; sabía que debía mantenerme calmado. Tal vez esta
pelea podría ser mi pase a escapar de esta prisión que ni yo mismo sé porqué
estoy aquí. Solo tenía la mirada puesta en la puerta de salida de la vieja
habitación. La pelea se escuchaba cada
vez más aterradora, parecía que el
hombre peleaba por su vida. Me empezaba a preguntar cuanto tiempo mas duraria
esto , pero mis pensamientos fueron interrumpidos cuando la pared, de mi lado izquierdo, fue derrumbada de un
solo golpe, ya no sabía qué hacer, este era mi fin. Cuando la pared se destruyó
subí la mirada hacia arriba y me di cuenta de la clase de monstruo que había
entrado a aquella casa. Él era grande, peludo, con unos grandes cuernos , unos
dientes muy afilados y unas garras de gran tamaño. El monstruo tenía en sus
manos al hombre que me raptó , este
estaba sangrando.
El hombre era de mediana estatura
y gordo. El monstruo ignoro mi presencia, tomó un hacha de aquel ensangrentando
hombre que seguía luchando por su vida y le dio un hachazo en su estómago. Las
sangre y las tripas de aquel hombre salieron volando, por suerte no me callo
nada a mi. Por dentro estaba aterrado, pero si el monstruo se percataba eso quizás me mataba así que solo
me inmute a mirarlo. El monstruo vio que su objetivo estaba ya cumplido así
que dejo caer el cadáver del hombre a
los escombros de la pared y se fue lentamente dando fuertes pisadas. Sabía que
mi momento había llegado , podía ser libre, pero como iba dejar a aquel hombre
morirse en esta putrefacta casa. Me inmute a dar un solo movimiento solo me
quede mirando como seguía desanngrando aquel hombre hasta que alguien viniera por ayuda.
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