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sábado, 21 de marzo de 2009

LA BREVE, PERO SIGNIFICATIVA NARRATIVA DE TITO CÁCERES CUADROS


SERIE: ESCRITORES AREQUIPEÑOS

Miguel Gonzales



Mencionar la obra narrativa de Tito Cáceres, es referirse esencialmente a dos libros: “Las cosas no son lo que eran antes” y en especial “Sólo Blues”. L a narrativa de este escritor es opacada por su vasta producción de publicaciones de Teoría e Investigación literaria. Para resaltar la obra artística de Tito Cáceres me referiré específicamente a “Todo Blues”.
Este libro contiene tres cuentos, cuyo leiv motiv es el jazz, tema poco frecuente en los escritores arequipeños. En las tres ficciones se hablan de tres personajes del mundo del jazz reales: Billie Holliday, Chet Baker y Bud Powell. Cada relato tiene como escenario Estados Unidos. Lugares como Nueva york, California, Nueva Orleans son “el espacio-tiempo” donde transcurren cada una de estas tres historias que se dan entre los años de 1959 hasta 1969.
El primer relato: “Extraña fruta en cuerpo y alma”, se inicia cuando la francesa Simone Delorme, intelectual y periodista, llega a Nueva York con el firme propósito de entrevistar a Billie Holliday, pero tropieza con una serie de inconvenientes hasta lograr hablar con ella y se percata de la vida decadente, marginal y enfermiza que lleva, pero su leyenda en la música del jazz queda reflejado en ese talante que a lo largo de la narración se va descubriendo. A Billie no le interesa la vida y sólo se deja llevar por el devenir casi instintivo que vive a diario: embriagándose, fumando y consumiendo droga. Todo este proceso, en el discurso narrativo ahonda le explicación que busca Billie en refugiarse en el vicio, sin importar lo que a su alrededor se hable. Las secuencia textual es lineal, porque paso a paso, oración tras oración, vamos descubriendo lo que va a suceder, adentrándonos en la historia y siguiendo a la co-protagonista (la francesa) en su encuentro secuencial con Billie. Este encuentro entre Billie y la francesa es una topicalidad en el discurso, que se refiere en especial a Holliday, protagonista principal, hasta el final, cuando muere. Entonces, Simone, es víctima de un engaño porque quería publicar un documental sobre Billie, pero sufre un ataque en el que es incriminada y sentenciada a prisión. Ya al final, después de varios años, asistimos a otra historia: la de Simone, quien recuerda a Billie, pero ella retorna a París y luchará hasta sacar un documental del gran Billie Holliday. Esta última parte sería un rema, como lo explica Van Dick, en el discurso literario. No podemos dejar de notar la influencia de Cortázar y su pequeña obra maestra El perseguidor.
El segundo relato “Esperando a Chet”, es narrado en primera persona, donde un grupo de amigos conversan en un bar sobre el CD de un músico de jazz y mientras se adentran en la conversación, mencionan a Chet Baker. Este narrador que también gusta del jazz y que pertenece a un grupo jazzístico, tiene el deseo de conocer a Chet, pero se entera que tiene una vida llena de vicios como el alcohol y las drogas. Un estilo a lo Jean Dean. El narrador se ve envuelto en una serie de conocimientos que tiene que saber sobre Chet, es un concepto que se asocia a episodios de la vida de Chet. Los marcos se rompen, pues hay frases en inglés que rompen el código lingüístico español, ya que, los personajes conocen ese idioma. En este relato se puede apreciar un narrador-personaje testigo que se mantiene a la expectativa, mostrando una macroproposoción: Chet, Baker, porque la historia gira en rededor de él, esté o no esté presente, en los líos y reyertas que se van conociendo sobre este personaje controvertido, que al final lo llevarán a la muerte. Posteriormente, el narrador testigo piensa en Baker a quien conoció efímeramente, para finalmente terminar en el bar que frecuentaba Chet, encontrándose allí a Carson, otro personaje, quien ensimismado, responde ante el saludo del narrador:-Esperando a Chet. En este caso, Carson, cumpliría una función que yo llamaría microestructura individual.
La tercera historia “Cuando entró Bud”, recrea la vida del músico de jazz de color Bud Powell. Narrado, como en el caso anterior, por un narrador-personaje testigo que va contando lo que le sucede paso a paso, hasta conocer a la hija de Bud: Rhoda, con quien el narrador comparte momentos de angustia, al enterarse de los vicios y la mala vida animalesca que lleva un gran talento como Bud. Así el narrador se entera de las malas compañías, las peleas que terminaban en la cárcel y el deterioro de la vida autodestructiva de un gran artista. Sin embargo, la historia va cobrando mayor interés cuando Bud sufre recaídas, dándonos a conocer una intriga intensa porque Rhoda desdeña, sufre, llora y se preocupa del infortunio de su padre, a quien considera poco. El discurso tendrá un doble eje temático: la vida social de Rhoda en la iglesia y la vida malsana de Bud, que muere de pulmonía, sumido en sus adicciones. Como final, el narrador, presiente la presencia de Bud en la iglesia donde Rhoda está tocando el órgano. Aquí nos encontramos en una información reproducida porque al final habrá una variación semántica que es la supuesta presencia de Bud, cuando en realidad no existe.


CONCLUSIONES

1. Los tres cuentos tienen una macroestructura que son los Estados Unidos y el jazz y las microestructuras son las tres historias que hablan de tres personajes diferentes, pero con un eje temático similar: “El arte y la autodestrucción”.
2. Los personajes tomados de la realidad, en una obra literaria, se convierten en ficción, según Genette.
3. Hay mucha intención comunicativa porque los personajes hablan de todo un repertorio de músicos de jazz, con informaciones y detalles.
4. Los actos del habla, como se dan en contextos sociales de gente entendida en el jazz, diremos que son contextos pragmáticos.