· Vargas Mejia Leslie
· Balboa Haro Alexandra
· Villacorta Blas Franz
A pesar de que la ciencia médica ha avanzado
muchísimo en lograr trasplantes de órganos exitosos, no pueden compensar la
escases de órganos en relación a la demanda de persona que están en una lista
de espera. Por eso, es tan importante el acto de “donar vida”. Debido a esta
problemática, pocas personas se encuentran a favor porque existen muchos
aspectos negativos que hacen desconfiar a la población a no optar por esta
decisión. Es por eso, que decimos “Si, a la Donación de órganos en el Perú”. A
continuación se presentan los argumentos que sostienen esta tesis.
En primer lugar, existen más de 20,587
personas en espera de un trasplante para seguir viviendo. A diario, mueren más
de 18 peruanos en espera de un órgano. La donación de órganos se dio pensando
en el bienestar de las demás personas en el momento en el que uno se encuentre
en un estado de enfermedad o simplemente crear una mentalidad de donador. Si
donamos, le ahorramos al paciente la angustia y el desgaste de estar en una
lista de espera. También, se alarga la vida al paciente entre 5 y 15 años para
que recupere su autonomía y mejore su calidad de vida. Es por esta razón que la
donación de órganos es un aspecto positivo, nos da satisfacción personal y
concientiza a las personas a ser solidarios con el prójimo. Además, no le
encontramos un sentido lógico al permanecer intacto después de muerto mientras
que otro ser humano, necesita de órganos para seguir viviendo. Si de todas
formas cuando se entierra a una persona, las partes del cuerpo son consumidas
por los gusanos o peor aun incinerados.
En segundo lugar, en el Perú, la decisión
de donar órganos es personal, voluntaria y de linre elección. Es el principal
facilitador para el proceso de búsqueda de un donante, ya que, facilita a los familiares
a permitir o negar la toma de órganos de acuerdo con los verdaderos deseos del
fallecido. Además, la decisión personal en vida reduce también la posibilidad
de remordimiento posterior de los familiares. Desde hace unos años, se incluyó
en los datos consignados en el Documento Nacional de Identidad (DNI) la
autorización del ciudadano para que utilice sus órganos tras su fallecimiento. Y,
para la gran mayoría, aquello parezca letra muerta, en realidad su validez está
refrendada legalmente. La ley general de trasplante le brinda validez al DNI y
agrega que en el caso de que no haya certeza de la voluntad del fallecido, se
recurriría a la familia. Sin embargo, en el Perú muchas familias se han negado
a acatar la decisión de su familiar. Es por ello, que es muy importante y
necesario dejar en claro la decisión de donar órganos. De esta manera, se
evitaran los conflictos que se presentan alrededor de la disposición del cuerpo
y órganos de una persona.
En tercer lugar, las razones para no donar
los órganos están basadas en miedos y prejuicios sobre el tema. El gerente
general de la Corporación de Trasplante, argumenta que mucho de estos mitos son
provenientes de las religiones. Un claro ejemplo de estas son: las ortodoxas,
jesuitas, budistas, etc. Que creen en la reencarnación y por tanto, ellos se
oponen a la donación de algún órgano de su cuerpo. Otros mitos que se han
presentado en estos últimos años parten de la poca confianza en los médicos y
la mala información acerca de este tema , que han ocasionado que a fines del
2012 contábamos con un déficit de órganos para trasplantes y un alto número de
no donantes. Además, la falta de cultura de los peruanos respecto a este tema,
muchos de ellos en una mala intención, trafiquen órganos y los familiares en su
desesperación acudan a quienes realizan esta actividad. Finalmente, estos impedimentos
conllevan a que sigan propagando una negatividad acerca de la donación e
órganos en la sociedad peruana.
En definitiva, la donación de órganos es un
claro ejemplo de solidaridad al prójimo, ya que asi damos esperanza a más de
20,587 peruanos, que se encuentran en una larga lista de espera. Este proceso
es de voluntad propia y sin obligaciones, el tramite es gratuito para el
donadory no es un trámite dificultoso. Este último, hace referencia a nuestra
elección la podemos reflejar en nuestro D.N.I y en una tarjeta de donante. En
base a lo argumentado, debemos tomar en cuenta que nunca se es demasiado adulto
para convertirse en donante y que es necesario concientizar a la población para
que acepte la donación voluntaria de órganos y tejidos, y tomar como importante
que ninguna persona esta ajena a sufrir un mal que luego lo lleve a necesitar
de una donación. Ahora, nos toca a cada uno de nosotros poner el ejemplo de
este cambio, un cambio que poco a poco tendrá frutos para que mas allá del
ámbito legalístico nazca un cambio social, sin llegar a la obligación social,
este problema es un problema de conciencia ciudadana, de amor al prójimo y
sobre todo de índole moral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario