Translate

sábado, 25 de febrero de 2012

Conga no va


Por César González Cornejo

alumno de L2 de la UPN-Lima

En estos días, las noticias se han encargado de darnos a conocer un problema que se está llevando acabo en Cajamarca. Un problema que aún no se le puede encontrar una solución común para ambos bandos (los que están a favor y los que están en contra), que provoca el proyecto minero Conga. Para mí, por su falta a la ley y por las consecuencias que traerá como la falta de agua y la contaminación ambiental, pretendo dar a conocer los motivos por el cual las autoridades al corriente y el estado peruano no debe permitir que este proyecto se lleve a cabo en territorio cajamarquino.

Al momento de dar el primer paso, el Proyecto Conga hizo un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y lo llevó a revisar por el Ministerio de Energías y Minas para que le den el visto bueno. Luego de leerla, el Ministro Carlos Herrera Descalzi declaró el 21 de noviembre del 2011 que el EIA del proyecto Conga “es correcto y tiene el visto bueno del Ministerio del Ambiente”. Pero tres días después el ex Ministro del Ambiente, Ricardo Giesecke, entregó al ex Premier Salomón Lerner las observaciones de su ministerio respecto al EIA del Proyecto Conga, el cual tenía muchísimos contrastes, y como las más importantes están: el tema del agua y la utilización de cuatro lagunas, la evaluación de los humedales, la falta de análisis hidrológicos e hidrogeológicos y la valoración económica de la biodiversidad. También hay una ley que restringe el proyecto Conga y dice que las regiones establecen su zonificación económica y ecológica (ZEE), pues bien, Cajamarca es una de las pocas regiones que ha elaborado ese estudio, que define que la zona donde se piensa realizar el proyecto es “de alta importancia hídrica”, sin embargo este análisis no fue tomado en cuenta por el Ministerio de Energías y Minas. Por último la ley (de recursos hídricos) dice que “el Estado reconoce como zonas ambientalmente vulnerables las cabeceras de cuenca donde se originan las aguas” y que “la Autoridad Nacional del Agua (ANA), con opinión del Ministerio del Ambiente, podrá declarar zonas intangibles en las que no se otorgará ningún derecho para uso”.

Por otro lado tenemos el caso de las cuatro lagunas (Perol, Mala, Azul y Chica), de las cuales dos serán vaciadas para extraer el oro, y las otras dos serán vaciadas y utilizadas como depósitos de desmontes (basura). También se incluyen a los bofedales que cumplen el mismo trabajo que las lagunas y que los glaciares de un cierto modo: son reguladores del agua… “deshacernos de las lagunas y los bofedales es como meterle dinamita a los glaciares” detalla el ex Ministro Giesecke. El Proyecto Conga en su EIA propone construir reservorios que tengan una capacidad de 10 millones m3, cubriendo así los 2 millones m3 que tendrían las cuatro lagunas, pero estos reservorios servirían para captar agua de lluvia, entonces no servirían para reemplazar los servicios medioambientales que brindan las lagunas naturales, los bofedales que la rodean y todo el ecosistema circundante. La población, después de sentir alguna alteración a sus lagunas, sufrirá por la escasez del agua en los próximos 15 o 20 años, y eso que aún no hay un modelo estadístico elaborado por el SENHAMI sobre los efectos del cambio climático en la zona. Además el reconocido ingeniero agrícola Toribio Santayana Vela se mostró en contra del contenido del EIA del Proyecto Conga y afirmó: “(…) los afectados de forma directa son los que viven alrededor de la cuenca, que es una población muy pequeña. La afectación mayor es abajo, donde hay poblaciones más importantes. Incluso el mismo Cajamarca. Si se cambia el balance hidrológico, disminuye el agua y de repente cuando no llueva, si baja un 10% de lo que podría haber, significaría problemas”.

Por último, está el impacto ambiental que nos traerá el proyecto Conga. Tras destruir las cuatro lagunas, destruirá también el ecosistema que lo circunda y florece a su alrededor. Sin previa valorización como se debía de estar en el EIA de la minería, solo informa una cantidad subestimada de US$86’000,000, que solo significa, compensar el servicio de provisión hídrica, el impacto sobre la ganadería y la agricultura, dejando de lado la compensación de los otros servicios ambientales que se perderían. También, se tiene muy en cuenta el caso de La Oroya, en donde Doe Run Perú no ha mostrado interés en la meta y el plan que se trazaron: el Plan de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA). Y que hasta ahora mantiene a La Oroya contaminado por el plomo, los arsénicos, el dióxido de azufre y otros metales pesados que emite diariamente al medio ambiente, a través de una enorme chimenea que parece dominar la ciudad, causando el deterioro irreversible del sistema respiratorio, diferentes tipos de cáncer, efectos adversos en el sistema reproductivo y en el desarrollo y daños a órganos vitales; hasta cambios de conducta y en la actividad cerebral y agotamiento permanente, sobretodo a niños y niñas menores de 6 años. Yanacocha es una empresa que tiene antecedentes también en Cajamarca, en Choropampa para ser exacto. En el 2000 derramó mercurio por las calles y pagó a los lugareños S/100 por kilo recogido. Tras este hecho, los pobladores sufrieron daños en el cerebro, riñones y también a los bebés por nacer. A pesar de ello, las autoridades de salud y ambientales del Perú no han cumplido las obligaciones de control a la actividad metalúrgica y de protección a la salud de las personas.

En conclusión, las leyes que da el gobierno no se pueden dejar de lado por el ingreso que el Proyecto Conga nos pueda dar. Se debe respetar cada zona ecológica y económica. También, en el caso de los reservorios, que solo sirven para almacenar lluvia, agua artificial; de algún modo está bien, porque permitirían equilibrar la disponibilidad del agua a lo largo del año, pero que no se destruyan las lagunas porque no son baldes de agua ni recipientes, tiene un ecosistema amplio a su alrededor. Y por último la empresa Yanacocha que es irresponsable con el medio ambiente, como lo citan sus antecedentes, no debería ponerse como un slogan, para quedar bien con los pobladores, “minería que respeta el medio ambiente”. Si el oro se encuentra debajo de los lagos, será imposible desarrollar minería por encima de su ecosistema y por encima de las leyes que la prohíben.

Fuentes:

- IDL-Reporteros. Gustavo Gorriti. “De lagunas a desmontes”

- Diario16. Ernesto De La Jara. “La minería como buen o mal negocio”

- El Comercio. Gonzalo Galarza Cerf. “Cajamarca: proyecto Conga impactaría sobre 100mil personas”

- www.noalamina.org. “¿Qué es el proyecto Conga?”

- Salvemosalaoroya.org. “La Oroya agoniza”

No hay comentarios: