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miércoles, 6 de julio de 2011

PLANETA AÑO: 2100

Por Miguel Gonzales Corrales


Estoy aquí, sentado como puedo. Escribo esto que es una remembranza del pasado. Es el año 2100 en el que prefiero no vivir porque soy testigo de toda esta destrucción que me rodea y me agobia, pues el excesivo calor, a veces, no me deja respirar… es tan fuerte el poder ígneo que mi piel y la de los demás humanos se está ampollando. Desde mi ventana veo correr a todos que deambulan pálidos y hambrientos. Hay quienes matan para comer algo y no morir de hambre. El calor es intenso. Esto que escribo lo he iniciado una tarde de abril, a las cinco. Nunca pensé sufrir este martirio a mis 60 años. El agua es muy escasa y hay que comprarla para subsistir. También hay infortunados que la lamen donde encuentran unas gotas y si la cantidad es mayor, la beben con demencia… este mundo ya no es lo que fue antes cuando el clima fue regular, donde habían prados y campos llenos de verdor con aromas frescos. Hoy todo esto es una quimera, un sueño que quisiéramos vivir porque el pasado fraternal en todos sus aspectos ha desaparecido. Todos sólo ven sus intereses para seguir viviendo y mantener nuestra especie que no sé si durará mucho…


Recuerdo que mi padre me contaba que el mundo antiguo era bello donde las personas, día a día, trabajaban para satisfacer sus necesidades básicas, entre ellas las buenas comidas y sus buenas viviendas, pero… hoy no se ve lo que acabo de decir porque la gente es andrajosa, revestida de suciedad, cuya importancia es comer lo que sea y saciar su sed con el agua que pueda encontrar. Sé que hace muchos años, según me lo contaba mi abuelo, en 1999, la población mundial era muy abundante en todas sus latitudes, hoy con seguridad, no daría crédito a esto, porque las muertes de los humanos se dan constantemente por toda clase de carencias… de lo que en el pasado sí disfrutaban. Todo es inercia en nosotros. Aquellos cementerios que conocí que conocí cuando fui niño ya no existen y si hubiera uno, sería ruinas abandonadas. Mi padre que murió hace trece años, decía que el planeta Tierra y todos sus habitantes esperarían el Juicio Final de un Cristo que volvería a la tierra para salvar a sus ovejas… mi padre era ferviente creyente de lo que alguna vez llamaron Catolicismo, no obstante antes de morir, en su agonía, me confesó que estas profecías no tenían por qué ser cierr6tas porque se dio cuenta que esa creencia religiosa no llegaría jamás, pues la Tierra misma, con sus alteraciones climáticas, está creando su propio Apocalipsis.


El sol, calienta con mucha fuerza. Alguna ves oí decir a mi abuelo paterno que a comienzos del siglo XX se dio a conocer a la población mundial una noticia de un fenómeno que llamaron Calentamiento Global (que hoy nadie recuerda) porque el planta sufría de cambios de temperaturas elevadas causadas por lo inventos que el ser humano hacía para nuestro beneficio, pero en realidad fue destruyendo el Ecosistema, poco a poco, y seguramente esto es el resultado de lo que ahora estoy viviendo con angustia. Controlo mis nervios y desesperación cuando escribo esto que en otros tiempos llamaron carta o misiva o lago así para dar mi testimonio… incluso muchas personas han dejado ya de leer y hasta de escribir se olvidaron por causa de nuestra actual realidad.


Mi padre decía que cuando fue muchacho iba al colegio, leía y estudiaba en libros encuadernados sobre Ciencia y Cultura, algo que ya no existe. Todavía recuerdo que pisé una Escuela, tuve esa experiencia y lo hice hasta sexto de primaria cuando estos fenómenos naturales iniciaron sus terribles desastr4es. Ni la Teletransportación de ahora, ni esos celulares que usamos viendo la imágenes de las personas con quienes conversamos, ni el televisor ultra satelital, son de ayuda hoy porque el excesivo calor ha atrofiado a los satélites que sólo son chatarras espaciales. Mi padre decía que cuando fue joven vio uno de esos documentales muy antiguos donde se comentaba que el sol incrementaría su poder y tamaño, creciendo hasta absorber a todos lo planetas de este Sistema en unos millones de años, pero parece que esos años se adelantaron, ¿acaso no es así? El final llegó de eso no cabe duda. Nuestro futuro es incierto. Hoy ya nadie escribe lo que alguna vez llamaron Literatura, ni siquiera de esa Ciencia Ficción.


Cuando fui adolescente leí en Enciclopedias Virtuales sobre especies de animales que disfrutaban de si hábitat natural con esplendor y satisfacción. Hoy, muchos de esos animales ya no existen como las ballenas que vivieron en los océanos, o las morsas. Como los mamíferos leones, tigres, o esos osos polares; y de los reptiles hay poquísimos, que hoy en día nadie sabe qué son. Ene realidad este Ecosistema perturbado y malsano nos hace ignorar lo que hay en otras parte del planeta… lo que sí nadie olvida y nos hace temer, es un animal muy carnívoro que ha destrozado pueblos y ciudades, devorándose a la mayoría de sus habitantes. Esta especie, con hambre insaciable, nació de una mutación por causa de la radiación de muchas bombas nucleares. Actualmente está habitando lo territorios que pertenecieron a la India o Mongolia, algo así, tierras desaladas porque esta criatura acabó con todo. 3es un monstruo de dientes muy afilados, hocicón y de unos tres metros de largo, desde luego cuadrúpedo, y con cuernos. Algunos sobrevivientes lo han visto cómo es, pero lo peor y que sí se sabe es que esta especie se ha reproducido. Todavía no ha llegado ha esta parte del mundo porque se lo impide una enorme muralla que está en un lugar llamado China, según dicen fue una antigua maravilla mundial, con otras elegidas en el 2007, que no sé si siguen existiendo, porque nuestro Machu Picchu ya esta destruido… A esa criatura le llaman Crestauro por su similitud con los toros que ya no existen.

Afuera escucho gritos de gente que pide agua y puedo ver desde el cuarto piso de mi habitación, aquí en mi Arequipa, a otros morir. Pude conocer a quiénes fueron llamados Presidentes de los países que han desaparecido porque muchos de ellos han muerto por las epidemias que han proliferado en una pandemia y siguen provocando mortandad… no se sabe qué otra pestilencia aparecerá el día de mañana, pues mañana es despertar para saber si morirás. Lo triste es que ni medicinas hay ni donde curarse. Yo también estoy aperando la muerte, pero mientras llega, me distraigo escribiendo esto que no sé si estará bien o mal, a quién le importa…


-Dios nos ha abandonado, ni siquiera por su creación tiene misericordia.


Oigo decir a alguien estas dolorosas palabras y lo puedo ver desde aquí, arrodillado. No sé si sabe ese infeliz que en esta tierra ya no hay religiones y lo sacerdotes que fueron los más directos para seguir esta fe ya no existen porque murieron o son perturbados por el hambre y la sed que nos asola-tenemos que soportar este intenso calor. ¿Alguien recordará a ese Cristo en estos tiempos?, no lo creo, pues ya nadie tiene idea de quién fue.


Alguna vez le oí a alguien decir que los llamados Polos Norte y Sur eran territorios de hielo, sin embargo, fueron derretidos por este calor, incrementado el agua en los océanos, pero también esa agua se ha ido evaporando porque nadie puede contra este calor. No soy vidente, tampoco profeta, pero como se están dando las circunstancias, no creo que dure mucho este planeta porque sus especies morirán. Ya es de noche y puedo ver en la amplia oscuridad del firmamento un cometa, creo que eso le llamaban… su cola es tan luminosa que parece una nube en el cielo… No tengo familia, nadie la tiene porque los niños que nacen tienen malformaciones. Pronto moriré, si no es en 2101, será en el 2102, 2103 ó 2104, pero seguro moriré, si el planeta no muere antes. Mientras esto llega, yo estaré por aquí.


Deposito estos folios en un cofre de hierro para que no se arruinen por si alguien entiende estas grafías y si ese alguien las encuentra, que sepa cómo se vive en estos tiempos, que pienso son los finales…


Del libro “Planeta: año 2100” (publicado en el 2010)

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