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lunes, 8 de diciembre de 2008

ENTREVISTAS LITERARIAS





Entrevista a Oswaldo Chanove
Por Elena de Yta
naufraggo@hotmail.com



1. ¿Desde cuando empezó tu gusto por la Literatura, qué es lo que más te llamó la atención?

Cuando aún no sabía leer mi padre nos leía cada noche un par de páginas de una novela de aventuras. El suspenso era tan fuerte que durante el día escrutaba secretamente las páginas de ese objeto extraño y misterioso que era el libro. Cuando por fin aprendí a leer para mí fue natural sumergirme en el apasionante universo de la imaginación. Recuerdo que ya ni siquiera tenía demasiado interés en los juegos habituales, sino que me escondía en un rincón y jugaba con la mente. Era como soñar despierto. Supongo que todos empezaron a verme como un niño algo extraño.

2. ¿Si no fuera la Literatura, a que otra cosa te dedicarías?

Es una pregunta que me he hecho muchas veces. Cuando era adolescente soñaba con ser músico de rock. Baterista, para ser exacto. Luego pensé ser pintor. Se me ocurrió que los pintores pueden ganarse la vida mucho más fácilmente que los escritores, y hay algo más solar, más evidentemente sensual al pintar un lienzo de colores. En algún momento también pasó por mi mente dedicarme al cine, que con los libros es la gran pasión de mi vida, pero yo soy esencialmente un solitario, y tengo dificultades para hacer trabajo de equipo.

3. Arequipa tiene sobre todo una mayor tradición de poetas que de narradores. ¿A qué crees que se debe esto?

En Arequipa (como en sitios equivalentes) ha habido siempre muchos poetas domingueros y muy pocos que se hayan entregado en cuerpo y alma al oficio. Los escritores que asumen su interés por la literatura como algo muy eventual (y hasta ornamental) siempre han creído que la poesía es mucho más accesible que la narrativa. En esa medida hay siempre muchos más poetas aficionados que narradores amateurs creando la ilusión de una mayor tradición poética. Con este nuevo siglo todo eso se ha alterado un poco, y hay mucha más gente joven interesada en la narrativa. Y es que cuando la gente empieza a tomar las cosas más en serio se da cuenta que hacer poesía de calidad es una actividad con excesivas complicaciones y la prosa es más accesible luego de aplicarse en un buen taller de escritura creativa. Otro factor es que muchos jóvenes escritores se embriagan con la posibilidad del éxito y de la fama, y en esta época eso es algo que la industria editorial destina principalmente a los narradores.

4. El jinete pálido y demás textos tuyos contienen variadas relaciones intertextuales con autores, lecturas, publicidad y en general a diversas manifestaciones de la cultura de consumo, algo propio del collage posmoderno. ¿Esto es un rasgo característico que te interesa destacar para el lector?
La más importante revolución artística del siglo XX ocurrió cuando se estableció que la poesía, la obra de arte, no reside en unas palabras determinadas, en un objeto preciso, sino que está en un lugar flotante entre la obra, el aparato irradiador creado por el poeta o artista, y la mente del lector, del espectador, del receptor. Esa relación, ese contacto está normalmente atravesado por una atmósfera llena de referencias culturales. La creación poética inventa algo nuevo sólo en la medida en que aporta una nueva configuración de lo viejo, de lo ya usado. El collage es entonces para mí una manera muy honesta de crear, porque se pone en evidencia algo que se oculta en otras modalidades de la composición.

5. Como extensión de lo anterior ¿Cuáles han sido los principales escritores que influyeron en tu trayectoria tanto poética como narrativa? ¿Hay alguno al que retornes constantemente?
Es algo curioso que algunos de mis escritores favoritos no son necesariamente fuentes de influencia. Por ejemplo yo creo que si hay un genio en la literatura latinoamericana ese es Cesar Vallejo. Pero no creo que yo haya sido demasiado influido por su obra. Más bien se me ocurre que mi poesía le debe mucho a mis lecturas de novela policial y de aventuras. Y también al cine. Mi narrativa, en cambio, me parece que está signada por esa propensión de poeta a cargar demasiado cada palabra, cada frase. Los novelistas natos tienen una admirable convicción a la hora de construir un pedestal de situaciones intrascendentes para la verdaderamente importante.

6. En el tiempo que estás radicando en Arequipa ¿qué balance te sugieren las recientes publicaciones en la localidad? ¿Algún texto o autor en particular te llama la atención?

Te confieso que casi no conozco a lo nuevo producido aquí. Quizá con los años me he vuelto un poco ermitaño y ya no tengo acceso a los logros de la nueva generación. Hace poco, sin embargo, en medio de la confusión de los vinos de un evento, me pasaron un par de publicaciones de Cascahuesos Editores. Excelente calidad gráfica, y el material literario realmente interesante.
7. ¿Entre los escritores arequipeños de tu generación había alguna discrepancia entre desarrollar su propia voz o comprometer su literatura con alguna determinada opción política?

Creo que aquí en Arequipa en los años ochenta no sentíamos que era lo nuestro cargar con alguna intencionalidad política nuestros poemas. Exponer públicamente una postura políticamente correcta con demasiada frecuencia no suele ser otra cosa que una forma particularmente despreciable de hipocresía. 8. Canción de amor... contiene una propuesta particular: no se trata de un tributo a la noción tradicional del amor idealizado sino a la pasión amorosa, al placer. Es a la vez nostalgia por la pérdida de esa pasión como exaltación de una experiencia inigualable. Tu poesía actual transita por este u otros caminos?

La reflexión poética sobre la experiencia amorosa ha sido para mí central. El motor de lo erótico es el deseo. El “amor romántico” en cambio apuesta por la comunión, por la urgencia de escapar de la prisión de lo individual, de la soledad. Yo creo que una constante de mi trabajo será siempre la exploración de la aventura del amor como la búsqueda de la plenitud vital, como la búsqueda de un sentido a esta vida tan inextricable.
9.¿En la narración, qué es lo que más te importa a la hora de escribir, lo estrictamente formal o lo temático, por qué?

Al principio pensaba que lo más importante era lo temático, pero con el tiempo me he dado cuenta que hay sólo unos pocos temas, unas pocas historias, y que la manera en que las contamos es nuestro aporte. En esa medida en el estilo, en la forma, es donde está la esencia.

10. Cuéntanos sobre tu nuevo libro, cuándo sale y dónde podemos conseguirlo.

Mi nuevo libro se llama “Las palabras no pueden expresar lo que yo experimenté entonces”. La historia de este libro es diferente a la de mis otros libros. Arturo Higa, seguramente el mejor editor de poesía, me sorprendió invitándome a publicar bajo su sello. Eso me llevó a buscar entre lo que había estado escribiendo los últimos años. Y me di cuenta que había material muy diverso, con trabajo alrededor de muchos temas. Al tratar de encontrar el eje que les daba coherencia comprendí que todo podía resumirse a unas constantes. En el fondo uno solo escribe un libro. Decidí entonces reconfigurar todo lo que había estado escribiendo durante mi vida. Esto es lo que salió.


POESÍA
Oswaldo Chanove


EL OFICIO DE AMARLos relámpagos marcan un trazo quebradosobre la negra incertidumbre del futuroEl amor ejerce tracciónhaciael centro geométricoyestalla la brújulacuando estalla el placerEntoncesel hombre va por la calleleyendo mensajestraduciendo idiomassuperando dificultades gigantescasAvanzando como quiensortea lomascomo quien escruta entre los carroscomo quien rompe el sellouna y otra vez

JOSÉ ALVEAR CORIMANYA

Miguel González Corrales
revistanaufrago@yahoo.es






Hoy en día, en nuestra sociedad y cultura, el hábito por la lectura, en la mayoría de las personas se ha perdido; a no ser por algunos que sienten el interés por ilustrarse a su modo.
Quizás la causa principal para que los peruanos no cojan y un libro y lo disfruten sea por la crisis económica que afronta el país. Peor aún, el interés por la literatura no tiene como profesión una estima favorable en nuestro medio, ya sea porque muchos piensan de que si uno es literato debe estar loco o su único destino será morirse de hambre, como he oído a muchas personas, prefiriendo profesiones que a la larga le resultarán con beneficios económicos.
Para cultivar la profesión de la literatura hay que tener fe y dedicarse una buena parte de la vida para satisfacer sus deseos. Tal es el caso de una persona que voy a mencionar y sé que muchos de ustedes se lo han encontrado cuando aparece en las combis ofreciendo sus pequeñas producciones literarias, de características artesanales, me refiero a José Alvear Corimanya, que con un fervor único ofrece al público en general su aporte mínimo para la literatura, pero grande en su producción. Según él mismo refiere está cerca de los 400 cuentos que es la especie literaria que escribe. También cuenta con algunos ensayos. En lo particular resalto ese interés literario que muchos tomamos importancia y es más lo consideran como un ambulante más. A diferencia de los demás, él apela a su ingenio e inteligencia, a la pluma y el papel para poder, creo, subsistir, en una sociedad donde se prefiere cualquier trabajo menos al literario.
Quiero resaltar la labor de este escritor arequipeño, de tez tostada, pocos cabellos, facciones secas y una contextura regular que muestran su humildad con ropas sencillas. El señor José Alvear tiene una forma de escritura sencilla, simple y de acceso a cualquier lector que no posee una cultura amplia. Los cuentos que escribe tienen una característica sui géneris: aborda los temas de fantasmas, aparecidos, muertos y difuntos que aparecen de sus tumbas para vivir una última vez entre los vivos. Historias originales, donde retrata escenarios que todos los arequipeños conocen, pues habla de sus calles, distritos, zonas, y anexos de nuestra Arequipa, haciendo que sus historias sean creíbles. Emplea en algunos casos, los modos de habla de las personas locales, con sus jergas y vicios lingüísticos: toda una forma de arte.
Los temas que aparecen en sus cuentos son tomados de los mitos, creencias y leyendas de personajes muertos, fantasmas, duendes, diablos, etc. Simbología de la tradición arequipeña en la que creían y todavía creen algunas gentes de antaño y muchas de ellas han dado origen a nombres de puentes, de lugares específicos, en fin. Todo, a mi parecer es recreado con certeza y podría asegurar que este escritor es el que se ha encargado de plasmar hasta la última historia que han ocultado los pobladores arequipeños, en la antigüedad.
Este es su mayor mérito y el reconocimiento que se le puede dar por haber transmitido esas creencias populares a la literatura. Y que a su modo trata de vender con sus publicaciones artesanales.
Sé que en la ciudad de Arequipa hay escritores que son ignorados por diversas razones y que las instituciones culturales poco o nada hacen por fomentar el valor e importancia de la literatura como se debe. Sólo espero que en el futuro la profesión de la literatura, en nuestro medio, pueda tener un gran valor.

domingo, 5 de octubre de 2008

HENRY RIVAS Y SU NUEVO LIBRO


Miguel González Corrales
revistanaufrago@yahoo.es

LA VOCACION EXCLUSIVA POR LA LITERATURA
HENRY RIVAS Y SU NUEVO LIBRO

Sin lugar a dudas, quien desea imbuirse, disfrutar de las lecturas literarias, conocer el ámbito general y total de la Literatura y completar todo esto con el fascinante arte de escribir, plasmando en los escritos todo lo aprendido, de ficción, se necesita todo un tiempo disponible a esta profesión, que muy lejos de ser menospreciada sólo es ejercida por aquellos que ven en la Literatura una muestra de cultura y conocimiento para que otros lean y puedan aprender lo que quizás otros ignoran y no vislumbren lo que esta frente a sus ojos.
Solo así se entiende lo que es realmente la Literatura. Es por ello, que una muestra de todo lo descrito anteriormente se da en la persona de Henry César Rivas Sucari, escritor que muestra toda su sapiencia en los libros que ha publicado, sean académicos o de ficción (cuentos y poesía). Además no se conforma con su producción Literaria, sino que a su modo, logra la difusión de la Literatura dirigiendo revistas en donde anima y publica a jóvenes talentos y porque no decir, promesas literarias. Tal es el caso de las revistas que fundó y dirigió: “Cuaderno de Navegación” y “Naufrago”.
Personas exclusivamente dedicadas a este oficio hay pocas, hasta contadas con los dedos de una mano.
El señor Henry Rivas con un trato socarrón y una amplia capacidad para discernir sobre aspectos literarios, nos muestra en su obra temas reales que se someten a análisis de personajes y circunstancias que a uno lo deja con una intrigante para reflexionar cuando aborda temas como el amor, la decepción y la nostalgia. Esquemas que lo han hecho muy querido entre los lectores jóvenes y adultos, cobrando notoriedad poco a poco en Arequipa. No dudaría que a la larga su obra se difunda más.

NOCTURNO



POESÍA

HENRY RIVAS





Este escritor Arequipeño que emplea en sus cuentos un tema de amor no correspondido, de hechos usuales y realistas nos hace ver su interés por la vida cotidiana que muy a su estilo lo narra de un modo ameno, empleando toques de la herencia de Alfredo Bryce Echenique, a quien admira. Su búsqueda por la experiencia personal y el efecto de la verdad que provoca en el, lo hacen escribir la añoranza o ilusiones que alguna vez perdió. El lenguaje claro, directo, que a su modo de ver lo entiende, lo plasma tal cual es, sin muchos ornamentos. Es el caso del libro que publico “Amor suspendido entre la nostalgia y el olvido”, cuyo relato mas resaltante “La locura que es amar” todavía es leído por lectores jóvenes que pueden identificarse con los personajes jóvenes de este cuento.
Sin embargo, en su poesía, la diferencia es total, porque cuando uno se infiltra en ella es como navegar en lo estético, en el buen léxico, en el canto lírico, cuyos significados nos trasladan a los espacios de la pasión, el furor, lo onírico; carente por lo general de signos de puntuación, como lo demuestra en su poemario “Nocturno” publicado recientemente, sobresaliendo los poemas “Nocturno a Solange”, “Fuego”, “Furia”,“Insomnio”, “Noche Negra de la Opera”, “La Guerra Silenciosa”…Ante esto, tener dedicación por la literatura es adentrarse en un submundo de ideas y sentimientos para reflejar, con palabras, realidades o ficciones inmensas

El MISTERIO EN LA LITERATURA AREQUIPEÑA


¿Por qué las narraciones de horror, entre otras, son consideradas como literatura poco seria?; ¿o incluso como sub literatura? Creemos que esto se debe, en ciertas culturas, a una carencia de tradición literaria en lo que respecta a la temática de horror.
Pablo Nicoli Segura


SERIE: ESCRITORES AREQUIPEÑOS
Miguel González Corrales
revistanaufragoahoo.es


Uno de los casos únicos, donde la imaginación desborda los límites de la fantasía y los incrédulos se deleitan con historias que son meramente literatura, hacen posible que los escritores sean poseedores de ese don magistral de crear mundos cuyos escenarios pueden ser atemporales, incluso el crítico más duro puede acceder a contemplar este estilo del buen arte de escribir.

Las historias que alguna vez fueron una leyenda, hoy son testimonios que han quedado impresos en los libros de un escritor, cuya pluma, ha trazado los más diversos hechos de curiosidad e intriga, asociados (en uno o dos casos), a la Ciencia Ficción, del que es intimo admirador: Tal es la dedicación literaria de Pablo Nicoli Segura. Autor de una serie de libros entre narraciones y pequeños artículos que llamaría de investigación, que se centran en hechos que posiblemente han ocurrido, pero la interrogante de sin son verdad o no, quedan a la expectativa.
Este autor que se abre paso en las letras arequipeñas, está cobrando vigencia, porque sus libros son conocidos por las personas a quienes cautiva, atrae y gustan por lo que son: una amalgama de fantasías que nos alejan, no de la realidad, sino de la cruenta perversión que enfrentan en nuestras sociedad adolescentes y porque no decir también, adultos.
El señor Pablo Nicoli se hizo presente en nuestra literatura con uno de sus primeros libros de ficción: “Arequipa y sus fantasmas” y fue tal la aceptación que obtuvo por los lectores que sus publiciaciones posteriores tuvieron las misma acogida, hasta su último libro “El Club Monster”, incluyendo su novela de Ciencia Ficción “Dos Arequipeños en tiempos de Cristo”, que tiene como protagonista al científico Arequipeño Pedro Paulet. En su carrera literaria-periodística, este autor, diríase obsesionado por lo sobrenatural, participó en las publicaciones como editor, de los suplementos Fantástico, Billiquen y lo hace actualmente con Enigmas, cuya acogida es desbordante por todos los lectores, incluyéndome. En este último suplemento está publicando su última producción que él llama “Minicuentos de Nicoli” con un estilo a lo Edgar Allan Poe y el minimalismo de Raymond Carver.
El estilo que emplea en sus textos es sencillo y claro. Su artificio narrativo enlaza con coherencia las escenas y hechos que trata de dar a conocer motivo por el cual tiene al lector a la expectativa por saber qué más seguirá a continuación.
He conversado con personas que tienen afición por la lectura y siempre mencionan los libros del Sr. Nicoli a quien admiran y gustan por lo que escribe.
Es así, que esta literatura está perfilándose por varias sendas, por lo que pienso debe ir ya estudiándosela para no ignorar los pilares que se están forjando en nuestras letras.

lunes, 4 de agosto de 2008

ME GUSTA CUANDO SABOREO EL TIEMPO

Me gusta cuando saboreo el tiempo,
en que recojo caudales de fríos tormentos
bacilo que endulza la vida,
hacia instantes perdurables y alicientes,
cuaja la moral en suave bruma,
atonta el siniestro Polifemo esbirro
que coloca la miserable estancia;
hacia coloridas esencias de cal viva.

Acércate, penumbra, haz tu oficio,
regodea con el lado que te estruja,
mis ojos no han llorado
adelantando comercio de la selva,
encuéntrate en occidente y
luego en la India, parsimonia de
acciones, ahora en ver muertes,
ahora en vivas suertes ,
la esperanza se ha ido,
se ha roto la conglomeración.

Oxígeno para el fallecimiento, somete
el óptimo patriarca de un ensueño,
dulce momento escarpado
bordea lo robado
inconmensurable amor.

sábado, 19 de julio de 2008

EL AMOR




El amor es un vaso de metal frío
un holocausto de migrañas y gruñidos
un abismo entre la luz y el sol
una sombra mágica genuina.

Cómo alcanzaremos las estrellas con un beso
con un dionisíaco aliento entre las rosas
con un súbito gemido de distancias
con un latido vespertino de tinieblas.

Hay resquicios de frutas y ausencias
dolores de estómago y atónitas presencias
una caricia suave de la amante cautiva
una música italiana de raza y de rezo.

Con un beso en tu pecho he sellado nuestro pacto
condenado glorioso a amarte y bendecirte
Odiseo orgulloso regresaste de tus guerras
hacia ti Penélope furiosa e indomable reina.

Quiéreme entre las tinieblas del amor
y los viajes entrañables
entre las guerras de los dioses
y los lamentos de los muertos.

Entre la voz disidente de los entrometidos
y la pasión con que aman los sátiros.

El amor es un fulgor azul
una herida abierta en el labio inferior
el olor del mar en otoño gris
la paz de las aves hacia el sol
la furia de Aquiles y su muerte.
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La foto fue tomada por Susan Abril

sábado, 31 de mayo de 2008

LOS SUEÑOS Y LA MUERTE


No era una pesadilla ni velorio
Un sueño pasible y emocionado
El amigo muerto la crueldad ausente
La inocencia vaga entre el
Tumulto de alucinaciones.

Hay un fuego y temor que
Me estropean el sueño
Abrasan mi cerebro y
Aguijonean mis ojos.

Los sueños y la muerte que
Enredan mis noches en
Despertares furtivos
Tenebrosos.

Yo no sé que quién invoca fantasmas
Las cicatrices violentas
Vueltas a abrir
Por espacios y sueños
Y tormentos y gritos
Por la espuria y tenebrosa
Furia animal.

Sueño intranquilo
Terrible y vacío
Lágrimas y sollozos
Entre la sepultura de mis ojos
Y el olvido.

lunes, 26 de mayo de 2008

UN CUENTO DE FIDEL ALMIRON





La agonía de Phuti Phuti




Ya, hija, despierta se te hace tarde… Se escuchó en su puerta, ella aún hacía el amor; cual fuelle tierno, con el Morfeo. Movilizó su pequeño cuerpo, se llevó las manos a los ojos, para frotar y despedir las legañas que cubrían esos ojos grandes y fijos; los párpados le pesaban…—apúrate, hija— otra vez se escuchó. Ella aún peleaba con la pesadez para dejar la cama y meterse a la ducha de agua fría y calzarse un uniforme de gala, porque los lunes se acostumbraba ir bien uniformado, ya que aún se cantaba el himno nacional y el saludo a la bandera.

Jana después de un berrinche de pereza dejó la cama, se dio un duchazo ligero, se cambió, tomó el desayuno rápidamente, miró el reloj y las manecillas indicaban la hora exacta; cogió el maletín, se acercó a su madre para despedirse con un beso en la mejilla. Al salir, sintió un hilo frío de viento que cortaba la piel y un cosquilleo en el cuerpo y bostezó sutilmente, se tapó la boca.
—Sube, Jana—gritó el chofer, un hombre de un aspecto femenino, y sonrió.

En el transcurso se sentía extraña, unas ansias le carcomían el cuerpo —Qué me pasa— se interrogó, presentía algo, pero no sabía que le causaba esa angustia. Llegó al colegio; en la puerta, como siempre, se paraba un profesor de una sonrisa forzada.
—Hola, Profe— saludó, dirigiendo una mirada rápida.
—Hola, hijita— respondió el profesor, amablemente.

Se iba encontrando con sus compañeros; las miradas la flecharon, esas miradas de consuelo o de lástima, ella se preguntó sin articular nada —¿Qué pasó?—. Josefina se le acercó mientras ella no entendía la actitud de sus compañeros, las miradas de lástima aumentaban, los profesores se encontraban cabizbajos.
—Jana, lo sentimos—habló Josefina
—Qué ha pasado— se preocupó
—…— el silencio era inmenso, movieron la cabeza
— ¡Ya! ¡¿Qué pasa?!— se alteró
—Es Renato— balbuceó Sheila
—Qué le ha pasado— miró alrededor, buscaba con la mirada, la tristeza bañaba el rostro de los alumnos, su profesor tutor lucía un terno negro, el coordinador entraba a la oficina del colegio apresurado.
—Renato ya no está entre nosotros— habló Sofía.
— ¿Cómo?—
—Sí, así como lo oyes, tienes que ser fuerte— continuó Sofía —ayer venía con su mamá de Camaná y el bus se volteó, y él…—
—¡Nooooooooooo!— Jana interrumpió, para luego fundirse en un llanto interminable.

La voz se le quebró, se tomó el rostro, las chicas la abrazaron, las lágrimas iban bañando los párpados de cada de uno de los alumnos. Renato, el enamorado de Jana, ya no era más alumno del colegio, había perdido la vida en ese trágico accidente. El bus venía de Camaná abordo con 55 personas y por la irresponsabilidad del conductor chocó y luego cayó al abismo. El resultado del accidente fue de tres personas fallecidas.

Jana no se recuperaba de la noticia, lloraba interminablemente. Traía al recuerdo las sonrisas de Nato, sus caricias, su voz, sus bromas, más cuando recordó que él fue quien le puso a Jana el apodo de “phuti phuti”. Cuando ella, en el día de la madre, recitó una poesía loncca donde pronunciaba esas palabras para referirse al maíz hervido bien reventado.

“Puti puti” se secó las lágrimas, abrazó a su profesor tutor. Ese día suspendieron las labores para asistir al sepelio realizado en el cementerio la Apacheta. Amigos, profesores y familiares le lloraron por última vez a Renato, el chico de la sonrisa tierna.

Desde aquella vez Jana ya no volvió al colegio. Sus padres la enviaron a Europa con sus tíos.

Fidel Almirón
Abril 2008

PRÓLOGO A LA RATONA DEL DIABLO DE FIDEL ALMIRON




Esperábamos desde hace mucho la a aparición del primer libro de cuentos de Fidel Almirón, desde sus primeras publicaciones en la revista Náufrago.

En la mayoría de cuentos Fidel presenta un eje temático que gira en torno al amor o desamor; curiosamente , esta literatura que podría ubicarse dentro del urbanismo presenta todas las características de un romanticismo de finales del siglo XIX en el Perú.
Los dos primeros cuentos, por ejemplo, presentan al narrador— personaje que dispone de todos sus medios estéticos a la manera de una prosa casi poética. El argumento es sencillo, un instante de desamor, de nostalgia, privando lo hechos al sentimiento. El narrador traza una alegoría al dolor y a la pérdida del ser amado.

Esta fórmula se repite en casi todos los cuentos. Es como si Fidel Almirón estuviese intentando en cada narración quizás una misma historia.

Como dije, si bien, el espacio- tiempo de los hechos se identifican fácilmente en nuestra época, en un realismo urbano; el tema trascendental es amoroso, como las novelas sentimentales que inundaron el siglo XIX. En el Perú, el caso más notable es el de Luis Benjamín Cisneros, y su novela más lograda Julia; pero la influencia literaria de Fidel Almirón no va por esos rumbos, quizás sea Bécquer y Jorge Isaac, de donde escogió algunos modelos ; esto quizás—en el caso de Bécquer—nos explicaría ese intento de las primeras dos narraciones, una prosa poética que linda más con lo lírico que con un hilo argumental lleno de situaciones y tropiezos, como sucede en las narraciones siguientes.

Es a partir de Ilusión perdida en que la combinación del desamor doloroso entra en juego con recursos locales, lugares comunes, un léxico coloquial y vulgar. Ahí la escuela de donde tuvo alguna influencia es sin duda Jaime Bayly.
Quizás sea por ello que Fidel busca una comunión especial con el lector, ayudada por rasgos orales y culturales en sus historias.

Ese ritmo en la narración y a veces en un humor trágico, concibe la historia urbana llena de bares y burdeles combinada con un derrotismo fatal e imposibilidad del triunfo amatorio.

Wailía, marca un derrotero y estética distintos. Podemos concebirlo quizás como una muestra de otro estilo, quizás una estética distinta que podría desarrollarse en un próximo libro de Fidel.

No podemos sino que remitirnos en este intento estético a Arguedas y la transgresión en el lenguaje. Un cuento indigenista se puede escribir de muchas formas. El punto y perspectiva de Ventura García calderón y Enrique López Albújar pueden tener por ejemplo, más coincidencias que diferencias. Es una perspectiva occidental de valoración y como juego de ideal de representación de un mundo conflictivo e inexplicable para ellos.

Arguedas por otro lado, confluye las dos perspectivas, no solo tenemos una perspectiva andina, como muchos quieren creer, sino también hispana, hay un inclusión, una suma de perspectivas y valores, un rito tensional que alude a la utilización de una cultura hispana para explicar otra subyacente, la andina.

Arguedas tuvo la genialidad de quechuizar el castellano, Fidel Almirón tiene una feliz coincidencia en eso, y la verosimilitud que logra en este último cuento es importante utilizando ese recurso.

Por eso, quizás, este último cuento sea el hito que marca dos etapas en la narrativa de Fidel; una, la que hace juego con los lenguajes urbanos y los corazones sentimentales; la otra, experimental pero mucho más ambiciosa, en la que podría encontrar una próspera carrera literaria que todos los náufragos le deseamos, desde los tiempos memorables a la salud de un vaso de ron en una casona antigua en el centro de Arequipa, entre los aullidos de perros y la camaradería de una vieja amistad.

Henry Rivas